El escarabajo sagrado es uno de los escarabajos más conocidos del mundo. Considerado animal de la mitología egipcia, aparecía comúnmente en imágenes del arte funerario pero también en atuendos, pinturas y jeroglíficos de la época. Esta antigua civilización pensó que el escarabajo era la reencarnación de una de sus principales deidades, Khepri. Siempre representada con la cara de este animal, su imagen jugaba con la analogía del sol transitando por el cielo todos los días.
Los antiguos griegos también prestaron atención a este insecto. Sus connotaciones eran menos positivas, pues esta civilización mediterránea pensó que los escarabajos eran los corceles del diablo, principalmente por su color. Otras tribus más remotas, como las que vivían en el centro de Australia, tenían la imagen de los escarabajos como sagrada. Los tótems que representan a este insecto se utilizaban como parte de ceremonias, la mayoría de las veces en los ritos de fertilidad. Relacionado con la dinastía Ming, la cultura china también adoptó el escarabajo como un animal divino y tiene presencia en la literatura antigua, principalmente en escritos sobre medicina o comida gourmet. Y en su país vecino, Japón, los insectos han tenido tradicionalmente siempre presencia, apareciendo en artes decorativas e ilustradas como tema principal. Hoy en día, la cultura japonesa representa los escarabajos en el anime, la televisión o las películas como símbolos de su cultura.
No hay duda de que el tiempo por excelencia de estos pequeños insectos fue durante la época victoriana. En este periodo histórico, la población se obsesionó con la historia natural alineada con los descubrimientos científicos y arqueológicos del momento. No es de extrañar que en este contexto los escarabajos se convirtieran en objeto de deseo.
Las visiones distorsionadas de la realidad también fueron leitmotiv para los artistas. Inspirados por la realidad aumentada de los microscopios que mostraban criaturas de tamaños magnificados, estos creadores empezaron a jugar con los tamaños. Se crearon bocetos de escarabajos tan grandes como la medida de un humanos, representaciones monstruosas que reflejaban la literatura oscura de la época victoriana. El ejemplo perfecto de esta inspiración es 'The Beetle' (1897), escrito por Richard Marsh: un thriller oscuro donde una entidad poderosa y hostil, representada por el espíritu de un escarabajo, hechiza Londres.
Este siglo también fue muy enriquecedor para las artes decorativas y la ilustración, donde los escarabajos juegan un papel principal. El artista francés Eugène Séguy creó una serie de ilustraciones art decó que incluían llamativos escarabajos. Los artesanos empezaron a utilizar partes del cuerpo de los escarabajos para hacer joyas o adornar muebles y papeles decorativos, añadiendo un toque colorido y natural al diseño de interiores. Gracias a sus colores iridiscentes, estos insectos también tienen un impulso en la moda, sirviendo de inspiración y decoración de accesorios y prendas.
El tiempo ha demostrado que los escarabajos son una atracción principal de la cultura, sin importar la parte del mundo en la que nos fijemos. En la época contemporánea, la fascinación por los escarabajos sigue viva, abriendo una puerta hacia la inspiración natural, melancólica y fantástica.
Nuestra colección House of Beetles trata de captar la historia de estas criaturas con un aire fresco, buscando una nueva realidad que parte de algo más antiguo que nosotros mismos.
