En el proceso de diseño, una joya adquiere su propia personalidad única. Desde la literatura hasta la naturaleza, cada pieza cuenta una historia única. Es emocionante darse cuenta de cómo muchas de nuestras colecciones se nutren de diferentes universos de colores y realmente las paletas cromáticas son parte vital del proceso de inspiración y formalización de una pieza. Cada una de las tonalidades refleja una esencia y un sentimiento, ligados a la intuición del momento, a las experiencias personales del equipo creativo y al trabajo en equipo.
Muchas de las joyas de la colección PDPAOLA comparten el color como guía. Tanto en diseños básicos como en los que recogen mayor personalidad, las tonalidades se entrelazan en collares, pendientes, anillos y pulseras como el hilo conductor que conecta la inspiración y la realidad de cada pieza. Atados siempre al simbolismo o inspiración “madre” de la colección, los colores dan paso a imaginarios totalmente distintos entre sí y hemos querido compartir contigo algunos:
Los pendientes Ombré se rigen por ligeros toques de azul zafiro que se fusionan con un aura natural. Como su nombre lo indica, esta es nuestra definición del florecer.
Los pendientes Five combinan corindón azul zafiro, rodolita, reflejos dorados, blanco puro y tonos champagne que dan un giro a la pieza, adquiriendo la belleza natural de la vida salvaje.
El anillo Zaza está protagonizado por una majestuosa base de nácar verde y cristales blancos que descansan sobre él, una reina que atrapa la luz a su paso.
Una a una, cada piedra es colocada y engarzada a mano, haciendo de estas piezas el memorándum perfecto de un proceso único y artesanal. Sujetos a poderosos significados, los colores hablan por sí mismos. Intensos verdes, azules zafiro, blancos puros y profundos amarillos aparecen como una moderna sinfonía en cada una de las joyas.